La valla que ha elegido Disseny Barraca para este caso es Ses Salines, de fabricación propia, que consta de pilares de madera unidos por cuerda. Los pilares están torneados y tratados en autoclave nivel IV, algo que desde la compañía aseguran que es imprescindible para exteriores y para lugares húmedos como las costas.
El objetivo fundamental de esta acción es el de impedir en la medida de lo posible nuevos contagios gracias a la distancia de seguridad que aportará Ses Salines. Además, el vallado ayudará a los ciudadanos a saber en qué zonas pueden moverse con total libertad y a qué otras no pueden acceder mientras estén en la playa. Se trata, en conclusión, de un sistema de disuasión que también facilitará las tareas de los cuerpos de seguridad.
